Halitosis: causas y cómo prevenirla
Qué es la halitosis
Nuestra boca está repleta de bacterias por lo que es fundamental mantener una buena salud dental para evitar la aparición de microorganismos patógenos.
Si no realizamos correctamente la limpieza diaria, algunas de estas bacterias se quedan alojadas en nuestra boca en vez de ser expulsadas al exterior o pasar al estómago. Cuando esto sucede, las bacterias desintegran los restos de comida desprendiendo un gas que provoca un olor muy característico.
La halitosis, también conocida como mal aliento, es una afección que padecen muchas personas y suele generarse por la descomposición de comida por parte de las bacterias o la acumulación de demasiados microbios en la boca.
Además, este problema se agrava si el paciente sufre falta de saliva, lo que impide que las bacterias puedan ser transportadas al estómago.
La sonrisa y la forma en la que nos comunicamos son nuestra carta de presentación, por lo que no es de extrañar que las personas que sufran esta afección puedan sentirse acomplejadas. Sin embargo, existen varios métodos para reducir la halitosis o combatirla por completo.
Tipos de halitosis
La halitosis puede clasificarse en tres categorías: halitosis verdadera, pseudohalitosis y halitofobia.
Los dos últimos casos corresponden a pacientes que no padecen esta afección, aunque creen firmemente que sí o padecen de un miedo irracional a la misma.
Sin embargo, la halitosis verdadera hace referencia a aquellos pacientes que sí la sufren y en función de su gravedad, podemos clasificarla en dos tipos: halitosis fisiológica y halitosis patológica.
Halitosis fisiológica
La halitosis fisiológica se produce de forma muy puntual, en momentos concretos del día como a primera hora de la mañana o después de haber ingerido algún alimento fuerte. Suele originarse debido a los malos hábitos dentales del paciente como, por ejemplo, un mal cepillado antes de dormir.
Halitosis patológica
A diferencia de la halitosis fisiológica, la halitosis patológica tiene efectos mayores y suele permanecer de forma continuada en el paciente. Éste sufre olores mucho más intensos que se incrementan en momentos puntuales como la primera hora de la mañana o después de cada comida. Además, el mal aliento crónico suele estar asociado a problemas dentales mayores como la gingivitis o la periodontitis.
Causas del mal aliento
La halitosis puede deberse a numerosas causas entre las que destacan el tabaco, la mala limpieza bucodental, la ingesta excesiva de alimentos fuertes como especias o ajo, la falta de hidratación, la acumulación de placa bacteriana o las infecciones bucales como las caries, la gingivitis o la enfermedad de las encías.
Sin embargo, en algunas ocasiones, el origen del mal aliento radica en zonas ajenas a la boca. Entre las más comunes podemos encontrar las siguientes:
- Problemas digestivos
- Trastornos metabólicos
- Diabetes
- Enfermedades hepáticas
- Ingesta de ciertos medicamentos que producen sequedad en la boca
Cómo eliminar el mal aliento
Para los pacientes que sufren halitosis fisiológica será mucho más sencillo deshacerse de ese molesto mal olor con algunas prácticas diarias:
- Lavarse los dientes mínimo tres veces al día sin deteriorar las encías.
- Hacer uso de enjuagues bucodentales, aunque jamás deben sustituir a la limpieza con cepillo.
- Evitar el consumo de tabaco y la ingesta excesiva de alimentos fuertes.
- Usar hilo dental para eliminar la placa bacteriana y los restos de comida acumulados entre los dientes.
- Beber mucha agua para transportar las bacterias al estómago y evitar que se alojen en las cavidades bucales.
Aunque estos consejos prácticos ayuden a disminuir el mal aliento, siempre será necesario acudir al dentista. Realizar revisiones periódicas es fundamental, sobre todo para aquellos pacientes que sufran halitosis crónica, ya que ésta puede originarse por problemas ajenos a la salud bucodental.
Tratamiento dental para combatir la halitosis
Acudir al dentista de forma periódica y realizar una buena limpieza diaria es fundamental para mantener una buena salud bucodental. Sin embargo, a la hora de eliminar por completo el mal aliento hay que tener clara una cosa: no se puede combatir la halitosis si no se descubre su causa. Por mucho que nos esforcemos en seguir todas las prácticas mencionadas anteriormente, si el origen del problema se encuentra en el aparato digestivo o en la ingesta de ciertos medicamentos, nunca conseguiremos combatirlo.
Una vez se conozca el origen del problema, nuestros dentistas le asesorarán para que siga el tratamiento que acabe de una vez por todas con ese incómodo mal aliento.