Anestesia dental
Los tratamientos odontológicos pueden requerir de pequeñas intervenciones o cirugías, por lo que algunas veces se necesita emplear anestésicos para evitar el dolor durante las mismas.
De esta forma, se puede tratar el problema sin que el paciente se entere del procedimiento.
¿Qué es la anestesia dental?
Ya sea para extracciones, la colocación de implantes o el tratamiento de alguna caries, el uso de la anestesia dental está generalizado para que los procedimientos puedan realizarse correctamente y que el paciente pierda la sensibilidad durante la intervención.
Esta falta de sensibilidad es posible gracias a la inyección de lidocaína (al 5%) y de tetracaína (al 10%).
Si bien es cierto que hay varios tipos de sedaciones en el ámbito odontológico, sus duraciones y efectos pueden variar según el paciente.
Tipos de anestesia dental
Dependiendo del tratamiento odontológico a realizar, el dentista puede optar por diversas opciones según la necesidad de cada intervención y de cada paciente.
Anestesia General
Consiste en inyectar los anestésicos directamente en el flujo sanguíneo. Se suele realizar en entornos hospitalarios ya que se tratan de intervenciones quirúrgicas más complejas. Es una opción disponible para aquellos pacientes que sufren ansiedad o que no les hace efecto las anestesias dentales convencionales.
Anestesia Local
Este tipo de anestesia es la más conocida y utilizada en cualquier clínica dental. Su uso está destinado a la gran infinidad de tratamientos que se pueden hacer en una clínica dental.
Sedación consciente
Se trata de la opción ideal para aquellos pacientes que sufren miedo o ansiedad a la hora de acudir al dentista. Esta opción requiere de pruebas previas y de un médico anestesista, ya que se realiza una combinación de medicamentos para relajar e impedir la aparición del dolor.
Sedación leve
El óxido nitroso se inhala a través de una mascarilla. No se trata de una anestesia como tal, sino de una ansiólisis, es decir, indicada para bajar los niveles de ansiedad del paciente. Esto implica que no se impide la opción de una anestesia para el paciente puesto que su uso es complementario.
Spray, gel o crema de uso tópico
El uso de estas opciones son un paso previo a las anestesias convencionales. Se utilizan para evitar el miedo a las agujas e inyecciones.
¿Cuánto dura la anestesia dental?
La duración de la anestesia dental dependerá de cada paciente y del tipo de anestesia aplicada. Por ejemplo, el tiempo variará según se hayan utilizado vasoconstrictores (adrenalina) o no. Estos fármacos se utilizan para contrarrestar el efecto anestésico y reducir así el tiempo de recuperación de la sensibilidad.
Normalmente, su duración se alarga entre 1 y 3 horas. Por ello, debemos tener cuidado de no sufrir ninguna herida o mordisco hasta recuperar la sensibilidad por completo.
Así mismo, es recomendable aplicar frío en la zona adormecida para reducir el tiempo de recuperación de la anestesia.
La odontología se ayuda de estos fármacos para poder ofrecer total garantía al paciente tanto en el tratamiento como en un procedimiento sin dolor. En nuestra Clínica dental en Zaragoza, nuestros especialistas aplicarán la anestesia dental más adecuada en función de las características de cada paciente y del tratamiento que se vaya a seguir.
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